Etapa 61: Betanzos – Miño 16,37 km
Fotos de la rutaVenidos por el mar, muchos de los peregrinos que venían de Inglaterra e Irlanda realizaban su camino hacia Compostela en busca de su fe. Una de las etapas sería Miño-Betanzos, la etapa que tenemos hoy entre manos, sin embargo no seguiremos su trayecto, ya que nosotros iremos buscando la línea de la costa. Para estos romeros era un viaje lleno de periplos, para nosotros también y en nuestra salida de Betanzos nos vemos asaltados por cinco gatitos llenos de cariño, que nos paran el ritmo de la etapa con su ansia de mimos.
Desde lo alto de la ría nos sorprende la belleza de la marisma. Tenemos que ir por carretera ya que ya no hay un camino que recorra estos preciosos parajes. En la aldea de Souto nos cuentan unos vecinos que antiguamente había un sendero que recorría la marisma hasta Miño. Sin duda sería un proyecto muy interesante para el concello de Paderne, eso sí, respetando este espacio natural.
En tiempos abandonada por ser un hábitat difícil de dominar, la línea de la marisma se usó a mediados de siglo para el cultivo de todo tipo de cultivos marinos. Junto A Insua vemos una explotación de ostras y antes de la construcción de Ponte Pedrido, su producto era llevado hasta Sada en barca. Una vez inaugurado el puente en el NO-DO, se abandonaron las barcas y la extracción de los viveros se aceleró hasta casi su desaparición.
No es el único puente famoso que vemos en esta etapa. A pocos metros se encuentra A Ponte do Porco, el cerdo se puede ver en forma de escultura a pocos metros. Tiene una curiosa leyenda de desamor, cobardía y sobre todo de clases sociales que describimos en el punto de interés. Pero se podría resumir que los pijos son cobardes y el poder no te da la felicidad, es más, te puede quitar la vida.
Praia da Alameda y Praia da Ribeira están conectadas por una preciosa senda que estimula los sentidos. Se puede seguir por la playa en lugar de subir por la calzada como hicimos nosotros. Es un ejemplo digno de ser copiado, de cómo recuperar un espacio sin necesidad de malgastar los recursos públicos en pasarelas que terminan estropeadas en menos de 10 años. Tan solo hace falta una senda y disfrutar de este espacio natural respetándolo.
Es una pena que el Puerto de Miño no esté conectado con Praia Grande. Quizás lo hagan con el tiempo. Aprovechamos para visitar la ubicación del origen de este pueblo, el Castro de Loios, uno de los muchos castros que fueron los primeros pobladores de este concello que antiguamente se llamaba Castro. Terminamos en la Marisma de Miño con ganas de afrontar una nueva ría y las historias que esconde cada uno de sus rincones… Hasta la próxima
Tipo de terreno: La mayor parte de esta etapa trascurre por caminos asfaltados, bien carretera o calles. HAy partes poco transitadas e incluye la parte de sendero de la Senda dos Sentidos y parte de playa en Miño.
GPS: El trazado no está marcado y hay que estar atento a los cruces, ya que no es una ruta fácil, ya que tiene caminos sin salida que no conviene explorar. Como nos pasó a nosotros en el cementerio de Miño.
Mejor estación: Nosotros la hicimos casi en verano. Tuvimos un día algo nublado y en Miño hay opción de parar a tomar algo, al igual que en A Insua.
Agua: Vimos varias fuentes: Fonte das Cancelas, fonte do parque do Ponte do Porco, fonte da Praia da Ribeira, fonte Porto de Miño.
Transporte: Como las rutas son lineales o bien lleváis dos coches o podéis usar transporte público o taxi. En esta etapa hay posibilidad de coger un autobús con la empresa gilsanz e incluso en tren con Renfe.
Marea: Para esta aventura a veces es imprescindible tener marea baja para algún pequeño tramos (siempre hay alternativas), pero sin lugar a dudas los parajes y las vistas son más espectaculares con marea baja. Aquí os dejamos un enlace para ver el estado de la marea de la zona.
Patrimonio: Ponte do Pedrido, Castro de Loios.
A destacar: La marisma y la Senda dos Sentidos.